El paloselfie, peculiar accesorio que hasta hace unos pocos meses sólo parecían utilizar los turistas asiáticos, se ha ido popularizando por toda Europa y las autoridades ya han comenzado a tomar medidas para evitar su uso en cierto lugares, algo que a priori puede parecer un tanto absurdo.
El primer lugar en oponerse radicalmente al uso del paloselfie en sus instalaciones han sido la mayoría de museos más emblemáticos del mundo. El Thyssen, por ejemplo, se ha sumado a esta prohibición argumentando que el roce de uno de estos artilugios podría dañar las obras de arte. El Moma de Nueva York o el Museo de Bellas Artes de Houston también se han sumado a la prohibición.
Otro enemigo que han encontrado los paloselfies son los organizadores de conciertos y festivales. El Wembley Arena o el Festival coachella han decidido prohibir el gadget al considerar que entorpecen la visión y molestan al resto de asistentes. Algunas cofradías de Sevilla han llegado incluso a alertar sobre su uso en las redes sociales ¿será que también son pecado?.
Otro de los lugares en los que se está prohibiendo el uso del paloselfie es en los estadios de fútbol, ya que se considera un arma potencia. El primero en sumarse a esta iniciativa ha sido el Tottenham, que vetó el uso de este artilugio en sus estadios el pasado enero. El Arsenal ha sido otro de los equipos que ha prohibido su uso. En nuestro país ningún equipo se ha pronunciado aún al respecto.
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